El desarrollo integral no es resultado de programas que lucran con la pobreza, iglesia llama a gobernantes a incluir a todos

EL CUIDADO MUTUO, UNA TAREA COMÚN

Comunicados. El desarrollo integral y la promoción de un mundo mejor para todos no son el resultado de la casualidad, ni mucho menos de programas que lucran con la pobreza, la ignorancia y exclusión de las personas. Se necesita el comportamiento ético, el profesionalismo y la mirada a corto, mediano y largo plazo de quienes tendrán la responsabilidad de dirigir el gobierno nacional, estatal y municipal. Sin embargo, los gobernantes, autoridades y dirigentes necesitan de la colaboración responsable de todo el colectivo social, pues solos se camina más rápido, pero unidos en la verdad se puede llegar más lejos en
los proyectos económicos, sociales, culturales y políticos. No se debe ni conviene escatimar la ayuda de nadie. En los proyectos de todos, cualquiera que tenga la capacidad de trabajo y la buena voluntad debería encontrar un lugar en la gobernanza de México y Veracruz.


El desarrollo integral y la promoción de una sociedad veracruzana más justa y solidaria significa, preferentemente y, sobre todo, que todos puedan contribuir a la promoción de un mundo más humano, solidario y justo. Es tarea de todos construir una estructura social, económica, cultural y política “donde cada uno pueda dar y recibir, y donde el progreso de unos no sea obstáculo para el desarrollo de otros, ni un pretexto para su servidumbre. Este principio corresponde al llamado que el Evangelio incesantemente dirige a las personas y a las sociedades de todo tiempo, siempre expuestas a las tentaciones del deseo de poseer, a las que el mismo Señor Jesús quiso someterse (cf. Mc 1,12-13; Mt 4,1-11; Lc 4,1-13) para enseñarnos el modo de superarlas con su gracia” (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, número 175).


La colaboración mutua y el cuidado de que todos gocen del progreso integral será un principio práctico que acompañe el actuar de los ciudadanos y los gobernantes, para que no haya más obstáculos, ni pretextos que justifique el abandono de los más pobres en las periferias existenciales de nuestro estado
veracruzano. El pueblo se compone de rostros concretos de gente, bajo diferentes circunstancias de la vida, que merecen acciones concretas de solidaridad y de justicia antes que falsas promesas y puros discursos que ofenden la dignidad de los que merecen nuestro apoyo y solidaridad. Siempre tendremos la oportunidad de hacer mucho por los demás si nos unidos todos.

Pbro. Juan Beristain de los Santos

Director

Oficina Comunicación Social
Arquidiócesis de Xalapa