Desde el 10 de mayo, El Fasher ha sido escenario de intensos combates entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS), y sus aliados de las Fuerzas Conjuntas, y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) mientras el conflicto sigue asolando la capital de Darfur Norte, los hospitales de la ciudad resultan dañados y se ven obligados a cerrar. Mientras tanto, miles de personas huyen en busca de seguridad y muchas llegan al campo de Zamzam, donde ya hay una crisis aguda de desnutrición.
Nuestros equipos adaptan su respuesta para continuar brindando asistencia médica a medida que aumentan las necesidades y disminuye el acceso a la atención.
De los tres hospitales principales de El Fasher, solo el hospital Saudí sigue operativo a día de hoy. El hospital pediátrico Babiker Nahar resultó dañado el 11 de mayo, cuando un ataque aéreo de las FAS cayó a 50 metros de distancia. Desde el 24 de mayo, el hospital del Sur fue alcanzado por morteros y balas en múltiples ocasiones, matando a dos personas e hiriendo a 14, lo que nos obligó a MSF y al Ministerio de Salud a evacuar a los pacientes. El 8 de junio, el hospital del Sur quedó completamente cerrado tras ser asaltado y saqueado por las FAS, que dispararon dentro del centro.
“Afortunadamente, la mayoría de los pacientes ya habían sido evacuados del hospital del Sur antes de la incursión de las FAR. Los pacientes y el personal que quedaban pudieron escapar”, afirma Michel-Olivier Lacharité, nuestro responsable de Emergencias.
En el actual conflicto en Sudán, la población también huye de distintas partes de la ciudad en busca de seguridad. Nuestros equipos han visto llegar personas a Zamzam y más allá, a zonas como Sortoni y Rokero, en Jebel Marra.
“Nuestros equipos han visto grupos de personas en la carretera, huyendo de la ciudad y yendo hacia Zamzam”, dice Lacharité. “Todavía no tenemos una estimación clara de cuántas personas han abandonado El Fasher, pero parece que decenas de miles se han ido hacia Zamzam”.